miércoles, 8 de octubre de 2008

Oración (La Cantanta del Diablo)

Padre nuestro, de todos nosotros,
de los pobres, de los sin techo,
de los marginados y de los desprotegidos,
de los desheredados y de los dueños de la miseria,
de los que te siguen y de los que en ti ya no creemos.

Baja de los cielos, pues aqui esta el infierno,
baja de tu trono, pues aqui hay guerras, hambre, injusticias.
No hace falta que seas uno y trino,
con uno solo que tenga ganas de ayudar, nos bastaría.

¿Cuál es tu reino?
¿El Vaticano? ¿La Banca?
¿La Alta Política?
Nuestro Reino es Nigeria,
Etiopía, Colombia, Hiroshima.

El pan nuestro de cada día son las violaciones,
la violencia de género, la pederastia,
las dictaduras, el cambio climático.

En la tentación caigo a diario,
no hay mañana en la que no este tentado
de crear a un Dios humilde, justo.

Un Dios que este en la Tierra,
en los valles, los ríos,
un Dios que viva la lluvia,
que viaje a tráves del viento
y acaricie nuestra alma.

Un Dios de los tristes, de los homosexuales,
un Dios más humano...
un Dios que no castigue, que enseñe.
Un Dios que no amenace, que proteja.

Que si me caigo, me levante.
Que si me pierdo, me tienda su mano.
Un Dios que si yerro, no me culpe.
Y que si dudo, me entienda.
Pues para eso me dotó de intaligencia,
para dudar de todo.

Padre nuestro, de todos nosotros,
¿por que nos has olvidado?
Padre nuestro, ciego, sordo y desocupado,
¿por que nos has abandonado?

viernes, 3 de octubre de 2008

2 de Octubre

Miércoles 2 de octubre del 2008

A aquella minoría que tiene oídos nuevos para escuchar una música distinta, y una conciencia nueva para concebir aquellas verdades que hasta ahora han permanecido sumidas en el silencio:

Han pasado exactamente 40 años del genocidio de Tlatelolco. Recordando este acontecimiento nos hemos puesto ha reflexionar sobre el ambiente de inseguridad que se vive actualmente en Morelia. Todos recordamos que hace unas semanas se llevo a cabo “una marcha contra la inseguridad”, un hecho muy loable en apariencia, pero que a nosotros no nos cuadro del todo: ¿Qué trasfondo político debió existir para que se realizara? ¿Solo hacemos marchas cuando un junior hijo de empresario muere? ¿Qué hay de la sociedad común?
Luego le siguió el atentado del 15 de septiembre, aquí en Morelia, calificado de terrorismo. Entonces nosotros realmente tuvimos miedo, y no miedo paranoico por las explosiones, si no miedo por la confusión: sabíamos que el ataque no tenía realmente los tintes que nos hacían ver en los medios de comunicación: tenían otro fin; sin embargo no podíamos vislumbrar los alcances reales que este conllevaba. ¿Qué podíamos esperar?
Por que seamos honestos ¿Quién te da más miedo y repulsión? Los narcotraficantes, que por lo general no se meten contigo (excepto por el ataque que dizque hicieron ellos) o los militares prepotentes esparcidos por todo el centro, que revisan tu mochila o tu bolsa, robando a plena luz del día, con la bandera de: “es por tu seguridad”.
Dicen que atraparon a los culpables y nos preguntamos: ¿Realmente cree el gobierno que la sociedad es tan estúpida para tragarse ese cuento? Por que claro, sabemos de la eficiencia histórica de la policía mexicana, casi de primer mundo, y su ejército: 100 soldaditos, 6 tanques y 2 avioncitos, ¡para dar miedo no!
De lo que nos hemos percatado es que el “Jelipe” se echo un paquetote con eso de la “Guerra contra el narcotráfico” en la que quien va a salir más perjudicada es la gente común. Si de verdad quisiera acabar con el tráfico de drogas, las habría legalizado. ¡Pero no! Conocemos que el narco deja un billetote.
Que es eso de la “Guerra vs el narco”, se han dado cuenta que la connotación de “guerra” puede implicar la suspensión de algunas de nuestras garantías individuales, se han dado cuenta de la creciente militarización en el país, ¿alguna conexión con el bombazo? No verdad. No tiene nada que ver con el llamado a la unión, al patriotismo, a ir en contra de los traidores de la patria, a seguir como borrego al gobierno.
Solamente les queremos decir que tengan cuidado, que abran su mente y piensen donde están inmersos. No se dejen confundir, aunque como dijimos no sabemos que esperar. Recordemos los ideales del 68: la libertad, a ir en contra de la opresión. Hace 40 años eran granaderos, hoy son militares.
Dejemos de ser Sísifo, dejemos la apatía comodina, accionemos el cerebro.

Seamos realistas, pidamos lo imposible.

Massiosare, la Malinche & Co.